"Los líderes europeos tienen una deuda ambiental ecológica": Brigitte Baptiste
Afirmó que "los países desarrollados que lograron llegar al estatus de bienestar que tienen hoy gracias a la quema de combustibles fósiles".
Francia, Alemania o Italia son naciones que todavía siguen dependiendo de las industrias fósiles como el carbón, el petróleo o el gas, causantes todos ellos del calentamiento global, por lo que tienen una deuda ambiental, denunció la directora del Instituto Alexander Von Humboldt de Colombia, Brigitte Baptiste.
Según explicó Baptiste a Efe, el presidente francés, Emmanuel Macron, la canciller alemana, Angela Merkel, "y los demás líderes europeos tienen la responsabilidad de asumir una deuda ambiental cuando sus naciones escogieron o se vieron obligados a utilizar el carbón y el petróleo como fuente central de energía".
A dos días de iniciar su nueva labor como rectora de la Universidad EAN, una de las universidades privadas con más prestigio de Colombia, la todavía directora del Instituto de Investigación Humbolt afirmó que "los países desarrollados que lograron llegar al estatus de bienestar que tienen hoy gracias a la quema de combustibles fósiles".
El mensaje de la bióloga colombiana hacia la política internacional tiene como base el daño ocasionado en los incendios forestales de la Amazonía brasileña y considera "una cachetada" el rechazo que en un principio hizo el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, de la ayuda internacional.
Según datos divulgados por el Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales de Brasil (INPE), la región amazónica ha registrado más de la mitad de los 71.497 incendios forestales detectados en el gigante suramericano entre enero y agosto de este año, una cifra un 83 % superior al del mismo período de 2018.
Para Baptiste, el incendio de la Amazonía no es un problema solo brasileño, puesto que afecta a todo el planeta "ya que está transformando un bien común y un bien público como es la atmósfera".
Los países desarrollados han provocado una crisis climática que ha acelerado la condición global del planeta y cree que "es muy lamentable que con esa visión de ganancias a dos o tres años estemos dispuestos a sacrificar el futuro toda la humanidad", añadió Baptiste.
Para la bióloga la actitud que han tomado mandatarios como Bolsonaro de culpar a las ONGs, a la sociedad civil de alarmismo, de manipulaciones de los datos o incluso acabar con los pueblos indígenas porque no son parte de sus lógicas económicas "es ver a los gobernantes hacer la vista gorda o no reaccionar porque es funcional a sus acuerdos con ciertos actores privados especialmente en Brasil".
Los intereses políticos entienden apenas "el crecimiento financiero y la rentabilidad a corto plazo sin importar que en diez años el efecto climático sea un desastre y que estos líderes estén negando las evidencias científicas".
Como ejemplo cita a Puerto Rico, país cuyas selvas fueron destruidas desde los años 50, y considera que se ha demostrado "que no se parecen ni se han recuperado en la complejidad, la diversidad, ni el carbono de un bosque primario" que tenían antes.
Por otro lado, Colombia ha sufrido un incremento de la tasa deforestación que ha terminado con porciones significativas de la selva colombiana y que hace que cualquier hectárea que se queme aporte carbono a la atmósfera, destruyendo biodiversidad y patrimonio.
"Si, por ejemplo, destruimos la selvas amazónicas del pie de monte, las que quedan contra la cordillera andina vamos a destruir el acervo genético del cacao, del chontaduro, de muchas frutas que estamos produciendo y consumiendo" en Colombia, apostilló.
"Cuando vayamos a buscarlas y se hayan quemado vamos a ver que, económicamente hablando ,hemos cometido errores mortales", subraya.
Sobre las causas de esa deforestación enumera el crecimiento de la injusticia social, la apropiación inequitativa de tierras y la producción de coca para el narcotráfico.
La deforestación en "Colombia, Brasil, Bolivia, Perú, Ecuador, es criminal, está construida sobre la inequidad, sobre la apropiación de tierras y sobre la corrupción", aseguró.
Desde 2018, Baptiste se propuso una visión transgresora y progresista de la naturaleza, la Ecología Queer, entendida como la manifestación permanente de la diferencia y el escenario idóneo para la aparición de lo no convencional, aspectos que pasan desapercibidos por la visión homogénea de la humanidad en cuanto a la identidad orgánica de la flora y la fauna.
EFE